Génova, 23 Diciembre 1938.

"Oye, tú, cuando sepas de mi muerte busca un ramo de rosas blancas, tenlas en tus manos. Piensa que tienes mi vida en ellas. Deshójalas luego y tíralas, yo sabré que mi aliento ha muerto en ti: no importa si ya no me sientes. Hazlo. Estés donde estés."

                                                Pazzis Sureda Montaner (1907-1939)
 Jaime Juan (1909-1962), "Princesa" retrato de la señorita Pilarín Veiret Sureda

"Bella y esbelta mujer, sentada, de perfil. Lleva traje de punto negro escotado en punta, con las mangas cortas hasta medio brazo; una mantilla de fino chantilly negro le rodea el cuerpo, caída bajo la espalda, partiendo del regazo y encubriendo sutiles transparencias. Los brazos desnudos. Al fondo, una pared con una puerta en penumbra. Este maravilloso retrato supera en delicadeza y elegancia a los más famosos retratos de perfil de los Rogier Vander Weiden flamencos y de los Piero della Francesca italianos. Además, tiene el misterio poético de la atmósfera sutilísima que lo envuelve y de la proyección en el espacio, que los antiguos no tenían."

         Oleo sobre tela. A. 0'73, L. 0'60
(catálogo de Jaime Juan por Francisco Vizcaíno)
        

retratos



retratado por otros artistas




marinas




castillo de Bellver




Palma




bodegones




breve introducción

Aunque nacido en Almansa (Castilla la Mancha) Francisco Vizcaíno fue un pintor estrechamente asociado a la naturaleza de Mallorca y un testigo parcial y preocupado de los profundos cambios paisajísticos que esta isla iba a soportar a lo largo de la segunda mitad del siglo XX.
Iniciado en la pintura durante los duros los años de Guerra y Postguerra, pronto  recibiría la influencia de artistas mallorquines y foráneos. Merece sin duda la pena destacar la estrecha relación artística y sentimental que mantendría a lo largo de toda  su vida con varios miembros de la familia Sureda. Profundo admirador de la pintora impresionista Pilar Montaner, fue amigo y colaborador de sus hijos  Pazzis, Emilia  y Pedro Sureda. Precisamente, en 1943 montaría, junto a este último, su primera exposición en la Galería Costa de Palma de Mallorca.    
En 1948 formó junto a los también pintores Williams Cook,  Luís Derqui, Juan Antonio Fuster -Valiente, Jaime Juan, Pascual Roch, Antonio Sabater y Pedro Sureda, el denominado Grupo de los Siete, una fugaz corriente fundada en 1948 en la ciudad de Palma que, en palabras de Robert Graves, tenía como punto de encuentro la huida de cualquier “ismo” (tan buscado por entonces entre los pintores de provincias), para centrarse en su propia libertad.
Esa libertad de pensamiento, a la que muy  pronto se haría intensamente adepto, también le haría huir del mercantilismo asociado al mundillo artístico. Por eso, y como rebelión, dejaría de exponer. Su amor por la pintura, sin embargo, no dejaría de crecer hasta su muerte, y su obra es extensa y profunda.